En las escenas finales de "Barbie", la sensacional película dirigida por Greta Gerwig, somos testigos de la transformación del icónico personaje Barbie, interpretado por la talentosa Margot Robbie. El vestido amarillo que lleva Margot en estos momentos cruciales simboliza el cambio y el crecimiento, según la brillante diseñadora de vestuario de la película, Jacqueline Durran.

A lo largo de la peli, Barbie evoluciona, se libera de los confines de las expectativas sociales y se abraza a sí misma. En Barbieland, donde todo es rosa y perfecto, Barbie se embarca en un profundo viaje de autodescubrimiento y, en última instancia, anhela experimentar la complejidad y la profundidad del ser humano.

Durran elaboró meticulosamente los vestidos en Barbieland para acentuar los rasgos de muñeca de Barbie, resaltando su belleza inmaculada. Sin embargo, para el vestido amarillo que usa Robbie hacia el final de la película, Durran se desvió conscientemente de esta estética. El vestido incorpora un diseño de corte al bies, que envuelve delicadamente la figura de Margot, una desviación de las formas estructuradas características asociadas con Barbie.

La elección del amarillo tiene un doble propósito, tanto en el diseño como en el simbolismo. Durran buscó inspiración en Mattel, los creadores de Barbie, y descubrió que un vestido amarillo había sido uno de los disfraces más populares en los últimos años. A partir de esta idea, volvió a imaginar el vestido para que encajara en la narrativa, infundiéndole un sentido de elegancia e individualidad.

Al usar un tono amarillo suave, Durran pretendía crear un contraste visual con el mundo predominantemente rosado de Barbieland, al mismo tiempo que significaba un cambio en el desarrollo del personaje. El vestido, meticulosamente estampado en seda blanca, se adhiere con gracia al cuerpo de Margot, desafiando la tradicional silueta de corte recto de Barbie. Esta sutil desviación del estilo habitual de Barbie significa su crecimiento personal y su creciente autenticidad a medida que abraza su humanidad.

La atención al detalle de la diseñadora de vestuario se extiende al calzado de Barbie. Durran optó por una cuña en lugar del clásico zapato de salón con tacón, logrando un equilibrio entre comodidad y sofisticación. Este pequeño pero significativo cambio refleja la evolución de Barbie, alejándose de las normas de género convencionales y adoptando una versión más empoderada y arraigada de sí misma.

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