Después de meses de rumores, Katy Perry ha vendido sus derechos musicales a Litmus Music, la compañía respaldada por Carlyle, anunciaron el lunes; varias fuentes sitúan el precio en 225 millones de dólares. El acuerdo incluye las participaciones de Perry en las grabaciones maestras y los derechos de publicación de los cinco álbumes que lanzó entre 2008 y 2020: "One of the Boys", "Teenage Dream", "Prism", "Witness" y "Smile". Universal Music Group continúa siendo propietario de las grabaciones maestras de esos álbumes.
Después de años como una gran superestrella durante la década de 2010, Perry ha ralentizado su carrera, centrándose en residencias en Las Vegas, trabajo filantrópico y formar una familia con su pareja, el actor Orlando Bloom.
Litmus se lanzó en el verano de 2022 y realizó su primera adquisición importante en diciembre siguiente, comprando los derechos de grabación maestra de Keith Urban.
McCarroll dijo: "Katy Perry es una visionaria creativa que ha tenido un impacto importante en la música, la televisión, el cine y la filantropía. Me siento muy honrado de asociarme nuevamente con ella y ayudar a Litmus a gestionar su increíble repertorio".
El cofundador y CEO Hank Forsyth agregó: "Las canciones de Katy son una parte esencial del tejido cultural global. Estamos muy agradecidos de trabajar nuevamente con un socio tan confiable, cuya integridad brilla en todo lo que hace".
"Creemos que esto es un testimonio de la capacidad del equipo para asociarse con los mejores artistas del mundo. Las canciones icónicas de Katy no solo han logrado un gran éxito comercial, sino que han influido significativamente en la cultura popular", dijo Matt Settle, director gerente de Carlyle.
Carlyle Global Credit ha invertido capital para esta asociación desde su estrategia de Oportunidades de Crédito y ha invertido más de 3 mil millones de dólares en el ámbito deportivo, mediático y del entretenimiento desde 2018. Carlyle Global Credit aporta la capacidad de estructurar soluciones financieras personalizadas para socios y artistas.
La venta de los derechos musicales de Katy Perry es una muestra más de la tendencia creciente en la industria de la música, donde los artistas están optando por vender sus catálogos para obtener una inyección de capital y liberarse de la carga de gestionar los derechos de autor. Este movimiento también ha sido promovido por la creciente influencia de las empresas de inversión en el negocio de la música, que ven un potencial lucrativo en la propiedad de los derechos de canciones exitosas.
Sin embargo, también ha generado preocupación entre algunos fanáticos y artistas, que temen que la venta de derechos pueda dar lugar a una pérdida de control creativo y autonomía artística. A medida que más y más artistas optan por vender sus derechos, es importante que exista un equilibrio entre el apoyo financiero que pueden obtener y la preservación de su identidad artística.
En última instancia, el mercado de los derechos musicales sigue evolucionando y es probable que continúe siendo un tema de debate en la industria de la música en los próximos años. A medida que los artistas buscan nuevas formas de monetizar su música y las empresas de inversión ven oportunidades en la propiedad de derechos, es crucial que se encuentre un equilibrio que beneficie tanto a los artistas como a los inversores, a fin de preservar la creatividad y diversidad en la industria musical.
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