Indudablemente Disney se lanzó a la piscina de la creatividad para crear "La Sirenita" (1989), ¡y vaya splash que hicieron! Los dibujantes se las arreglaron para fabricar a mano nada menos que una montaña de burbujas, demostrando su locura por la perfección en cada escena.
 Cada burbuja fue diseñada con un mimo increíble para capturar la pura magia del mundo submarino, dando una profundidad y realismo a la animación que te deja con la boca abierta. Pero es que además, estas burbujas no solo le dieron un subidón al aspecto visual de la peli, sino que también tuvieron un papelazo en la narrativa, sumergiendo a la audiencia de lleno en la historia de Ariel, la sirena más encantadora del océano, que no paraba de explorar el mundo de la superficie. ¡Eso sí es estar comprometidos con el arte! 

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