Si buscas una historia que te envuelva como una tarde de verano, El verano en que ardieron las flores de Bruno Darío es tu próxima lectura. Publicada bajo el sello Matchstories Romántica LGTBI+ de Planeta, esta novela juvenil captura la esencia de la adolescencia con una narrativa fresca, íntima y cargada de emociones. Ideal para quienes disfrutaron de Heartstopper o Te veo en el cielo, este libro promete dejar una huella cálida en el lector.

La trama sigue a Mateo, un joven que regresa a su pueblo para un funeral, un evento que lo arrastra a los recuerdos de un verano transformador. A través de una narrativa en primera persona que se siente como una carta personal, conocemos sus vivencias: la amistad que lo sostuvo, el arte que le dio alas y los primeros amores que lo desafiaron a descubrirse a sí mismo. Darío, con su experiencia como traductor y editor, construye una prosa ágil y evocadora que hace que las páginas vuelen. El escenario rural, con su calma aparente, refleja el torbellino interior de Mateo, creando un contraste que resuena en cada capítulo.

Lo que hace especial a esta novela es su honestidad. Los personajes, adolescentes con dudas y sueños, están tan bien dibujados que es fácil verse reflejado en ellos. La exploración de la identidad y la sexualidad se aborda con sensibilidad, sin caer en clichés, y el tema del autodescubrimiento se entrelaza con momentos de humor, ternura y nostalgia. La relación de Mateo con su familia y amigos añade capas a la historia, mostrando que el crecimiento también implica aprender a confiar en los demás.

El verano en que ardieron las flores es una carta de amor a la juventud, a esos veranos que cambian todo y a la valentía de ser uno mismo. Sin duda, esta novela es un recordatorio de que, incluso cuando todo parece arder, siempre hay espacio para florecer.