Si creciste con la peli animada de Lilo & Stitch y su vibra de ohana, seguro ya corriste al cine a ver el live action que salió el 23 de mayo de 2025. Disney le puso todo el cariño, pero la verdad es que hay cosas que están de súper lujo, otras que se quedan en “meh” y unas que te hacen decir “¿qué está pasando aquí?”. Acá te cuento lo cool, lo equis y lo bien raro, además de explicarte el final para que quedes al cien.
LO MÁS COOL: LO QUE ESTÁ DE DIEZ

Primero, el cast es una joya total. Maia Kealoha como Lilo es un amor, la pequeña se carga la peli con una vibra tan natural que sientes que ella es Lilo de verdad, con todo su desorden y corazón gigante. Sydney Agudong como Nani también está increíble, es la hermana mayor que te inspira a echarle ganas. Y ni se diga de Chris Sanders, que vuelve a darle voz a Stitch. Ese pequeño es el alma de la fiesta, con su caos y ternura que te hacen suspirar. La química entre Lilo y Stitch es puro amor, te saca risas y hasta una lagrimita de esas que disimulas.
Otra cosa que está súper cool es cómo le dieron un montón de amor a la cultura hawaiana. La música, el hula, el rollo de la ohana y hasta el Aloha ʻOe cantado por Lilo y Nani te transportan directo a Hawái.
El CGI de Stitch es una maravilla, se ve súper real pero sin perder su estilo clásico, y sus travesuras son de aplaudir. Visualmente, la peli está muy bien lograda, no parece de esas producciones que gritan “bajo presupuesto”.
Y lo mejor de todo: el mensaje pega en el corazón. No solo va de la familia, sino que le meten un toque moderno con Nani buscando su propio camino y el amor propio. Es como un abrazo para los que están en esa etapa de “¿qué voy a hacer con mi vida?”.
LO MÁS EQUIS: DONDE NO BRILLA TANTO

No todo es perfecto, ¿sabes? Una cosa que no cuajó tanto es que se despidieron del Capitán Gantu, el villano alien grandote de la original. En su lugar, Jumba se pone en plan más serio y oscuro, pero la verdad no termina de convencer. En la peli animada, Jumba era un científico medio loco con buen fondo, y aquí no se siente tan natural. Sin Gantu, la historia pierde un poco de esa chispa épica al final.
También, aunque sigue la línea de la original, a veces se siente como una copia que no aporta mucho nuevo. Hay escenas que en animación eran súper icónicas, pero en live action se ven algo apagadas, como si les faltara magia. El humor está presente, pero le bajaron un poco a las bromas locas, como las de Pleakley vestido de señora, que eran lo máximo. Aquí Pleakley (Billy Magnussen) está más tranquilo, y pues, no es lo mismo.
Y, aunque no es un desastre, a veces se nota que no le metieron todo el presupuesto. Las escenas de acción, como las persecuciones, se sienten algo simplonas, como si Disney no hubiera querido soltar todo el dinero para hacerlas más espectaculares. No está fatal, pero la original sigue siendo la reina.
LO SÚPER EXTRAÑO: LO QUE DE PLANO DESCONCERTÓ

Lo más raro, en serio, es el cambio en el clímax. En la peli animada, el final era una locura total con naves y explosiones, pero aquí se queda en una pelea más chiquita en la casa de Lilo y Nani, con un rollo de portales que no termina de emocionar. Es como si hubieran querido ahorrar y no le dieron todo el brillo que pudo tener.
EL FINAL SÚPER EXPLICADO: ¿QUÉ PASÓ AL FINAL?

Ahora sí, agárrate, que vienen spoilers. La peli sigue más o menos la misma línea que la original, pero con un giro que te llega al corazón. Después de un lío donde Jumba secuestra a Stitch y Lilo se mete a su nave, todo termina en un choque en el océano. Lilo queda atrapada bajo los restos, y Stitch, en plan héroe, la salva aunque sabe que el agua lo pone en desventaja porque pesa muchísimo. En un momento súper emotivo, Stitch suelta la mano de Lilo haciendo el gesto de “juntos para siempre” que ella le enseñó, y parece que se despide para siempre.
Pero calma, que Nani entra al rescate como toda una estrella. Usa sus habilidades de surfista para sacar a Stitch del fondo del mar, como si fuera una roca de las que usaba para entrenar. Ya en la playa, todos (Nani, David, Tūtū, Cobra y Pleakley) se unen para reanimar a Stitch, y el pequeño despierta, haciendo que todos soltemos un suspiro de alivio.
Llega la Gran Consejera, que al principio quiere llevarse a Stitch, pero al ver que ya es parte de la ohana, decide dejarlo en la Tierra como “castigo”. Hasta aquí, todo va parecido a la original, pero el giro cool viene después. La señora Kekoa, la trabajadora social, le dice a Nani que puede ceder la tutela de Lilo a Tūtū para que no se la quiten. Pero Lilo, en un momento súper maduro, le dice a Nani que debe ir por su sueño de estudiar biología marina en la universidad, aunque eso signifique estar separadas un tiempo.
En una escena a mitad de créditos, vemos a Nani en la Universidad de California, pero usa el arma de portales de Jumba para aparecerse con Lilo y Stitch en Kauaʻi.
La peli cierra con los tres durmiendo juntos, dejando claro que la ohana siempre estará unida, aunque estén lejos.
VEREDICTO FINAL

El live action de Lilo & Stitch es un viaje que te saca sonrisas y alguna lagrimita, con un cast que está de diez y un Stitch que sigue siendo el rey de la ternura. Pero, la verdad, no supera a la original; le falta un poco de chispa y momentos épicos. Si buscas un plan familiar cool, está perfecta para el cine, sobre todo por Maia Kealoha y la vibra hawaiana. Pero si eres fan de hueso colorado de la animada, vas a extrañar a Gantu y las bromas locas. Al final, es una peli que respeta el rollo de la ohana, pero no siempre brilla como podría. ¿Ya la viste? ¡Cuenta qué tal te pareció!








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