Si últimamente has visto el “Smile Challenge” de Kim Seon-ho o los edits del guapísimo Yang Gwan-sik entre bosques verdes y la actuación de IU que rompe corazones, seguro ya te topaste con el nombre de When Life Gives You Tangerines. Este drama coreano no solo está rompiendo el Internet: está conquistando al mundo entero. Obvio me tuve que sumar al hype y la vi con mi familia… ¡spoiler! terminé llorando como nunca.

La serie es una joya total. En cada capítulo se habla de familia, resiliencia y amor, todo con un toque de nostalgia que te deja con ganas de darle “next episode” una y otra vez. Si no la has visto, neta no sé qué esperas, ¡es de esas historias que se te quedan tatuadas en el corazón! (está disponible en Netflix)

Con dieciséis episodios, la trama sigue a Oh Ae-sun y Yang Gwan-sik desde los sesenta hasta la actualidad. Ae-sun sueña con salir de Jeju para llegar a Seúl y ser poeta, mientras que Gwan-sik es el típico chico noble y súper lindo que la apoya en todo. La historia muestra cómo crecen juntos, enfrentando retos cañones y demostrando que el amor verdadero aguanta cualquier cosa.

Lo más cool es que no se queda solo en el romance. Habla de familia, sacrificios y comunidad. Cuando Ae-sun y Gwan-sik se meten en broncas, la isla entera de Jeju se une para echarles la mano: desde cuidar a los niños hasta compartir comida. Además, los visuales son un espectáculo: cielos cálidos, paisajes abiertos y escenas que parecen postales, todo con una vibra nostálgica que te pega directo al corazón.

La serie no tiene miedo de mostrar tristeza, pérdidas y momentos súper fuertes, pero siempre rescata lo bonito: la esperanza, el amor incondicional y esas pequeñas alegrías que se encuentran en medio del caos. Cada personaje tiene algo que aportar, y hasta los villanos terminan siendo entrañables.

When Life Gives You Tangerines es mucho más que un drama romántico: es una carta de amor a la vida, al perdón y a la familia. Prepárate para encariñarte con todos, llorar a mares y terminar con el corazón calientito. Eso sí, ten lista tu caja de pañuelos porque las lágrimas son parte del paquete.