Henry Cavill acaba de darnos la confesión más iconic ever: él es, literal, un obsesivo total con los detalles en cada proyecto que toca. El actor contó que en los sets siempre termina siendo el que interrumpe para corregir hasta lo más mínimo.
“Si me dieran un dólar por cada vez que alguien en el set me pidió que dejara de corregir, ya sería millonario”, soltó súper casual. Y obvio explicó que no lo hace por pesado, sino porque para él lo más importante es honrar el material original: “Siempre digo: ‘Disculpa, pero esto no debería pasar. Él jamás haría eso’. Sé que parezco intenso, pero creo que eso conecta con los fans”.

Y es que sí, su vibra perfeccionista es justo lo que hace que sus personajes se sientan ultra reales. Aunque en el rodaje le digan “Henry, ya cállate y haz la escena”, sus seguidores amamos que le meta ese cariño extra.
Al final, Cavill no solo actúa, sino que construye toda la experiencia. Y justo por eso verlo en pantalla es un vibe que nos da goosebumps. O sea, él no se conforma con entregar algo X, él entrega lo máximo. Totalmente main character energy. ¡Cool!








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