¡Taylor Swift no se quedó callada y puso en su lugar a todos! La reina del pop estaba dando el rollo para promocionar su nuevo álbum The Life of a Showgirl, cuando le soltaron una pregunta que la hizo encenderse. Algunos andaban especulando que, ahora que está comprometida con Travis Kelce, podría colgar los micrófonos para dedicarse a ser ama de casa o algo por el estilo. ¡Qué oso, neta!Taylor, con toda la vibe de jefa, respondió sin pelos en la lengua: “Es súper ofensivo pensar que alguien se casa y automáticamente deja su pasión. ¿En serio? Nadie se casa para renunciar a su carrera”. ¡Zas, en toda la cara! Esa es la Tay que amamos, siempre rompiéndola.
Para los que no están en el loop, la intérprete de The Fate of Ophelia dio el sí el pasado 26 de agosto, y lo anunció en Insta con una foto que parece sacada de una peli romántica: Travis de rodillas en un jardín de ensueño. “Tu maestra de inglés y tu profe de deportes se van a casar”, escribió en el caption, y el anillo —un Old Mine Brilliant Cut diseñado por Kindred Lubeck— dejó a todos en shock. ¡Pura elegancia!

Obvio, los swifties entraron en pánico total pensando que este podría ser el fin de su era musical, pero Taylor dejó clarísimo que no va a dejar los escenarios por nada. “Amo a mi persona porque él apoya lo que hago. Él está tan clavado en su rollo como yo en el mío, y eso nos hace clic”, dijo con todo el mood de alguien que tiene las cosas bajo control.Y hablando de The Life of a Showgirl, este disco está gritando amor por todos lados. En Wi$h Li$t, Taylor se pone bien romántica y canta sobre cómo sus sueños más grandes se reducen a estar con su soulmate. Y en Wood, ¡parece que predijo su anillo con una línea que dice: “Chicas, no necesito atrapar el ramo / Para saber que un pedrusco viene en camino”! Además, Opalite, inspirada en la piedra de nacimiento de Travis, ya es su rola favorita. ¿Coincidencia? No lo creemos.

Con este álbum, Taylor está viviendo su mejor momento: enamorada, inspirada y más power que nunca. Así que, swifties, tranquilos, porque nuestra reina no se va a ningún lado. ¡Sigue reinando, Tay!







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