Neta, si te laten las pelis que te dejan en mood paranoico toda la noche, prepárate porque Ethan Hawke viene con todo en Black Phone 2. El actor regresa como el Grabber, ese psycho con máscara que nos traumeó durísimo en 2021, y promete que esta secuela no es cualquier movida para sacar lana, sino una locura que te explota la cabeza. “No soy fan de las secuelas, porque muchas veces se sienten como puro negocio”, soltó Hawke, “pero esta está cañona, innovadora, y Scott Derrickson la dirigió como un flex de genio total”.
La historia arranca en 1982, cuatro años después de que Finney (Mason Thames) lograra vencer al Grabber con ayuda de los ghosts de sus víctimas. Ahora Fin está en mood teen traumado, pero el foco se va a su hermana Gwen (Madeleine McGraw), que empieza a tener sueños bien turbios y a sleepwalkear como si algo la poseyera. Todo se pone más creepy cuando se van a un camp cristiano en las montañas y descubren que hay un vínculo bien twisted entre el Grabber y su familia. Y obvio, el killer regresa del más allá con su máscara de cuernos sonrientes lista para darnos otro round de pesadillas.

Hawke dice que su papel ahora vibra tipo Freddy Krueger: “Estoy del otro lado del teléfono, como un espíritu del mal que representa el pecado puro”. Literalmente, está disfrutando ser el villano de nuestros sueños rotos. Y para rematar el trip, Derrickson se rifó con cámaras de 16mm para las secuencias de sueños, dándole ese toque retro, grainy, súper ochentero que se siente mega auténtico. Pero el rodaje fue un caos: “Las cámaras se rompían, no había monitores chidos y hasta tuvimos que hacer reshoots porque el laboratorio la regó”, contó Hawke entre risas.
Además, el actor anda full con otros proyectos como The Lowdown en FX, donde interpreta a un periodista rebelde que busca la verdad. “Es como mi propio Barbenheimer, pero en versión black y blue”, bromea. Y si Blumhouse se anima, él sueña con cerrar una trilogía: “Quiero ir al infierno con el Grabber, entender qué lo hizo así y cómo puede atormentar los sueños de otros. Sería un viaje épico”.

Black Phone 2 ya está en cines, lista para dejarte en modo nervioso por semanas. Ethan Hawke lo deja claro: el terror sigue siendo su zona de juego favorita. ¿Tú qué dices, te rifas por la trilogía o ya estás marcando al más allá para pedir piedad?







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